Son muchas las historias en torno a la Navidad que año tras año se tejen, muchas de ellas proceden de legados culturales, otras son obras de la imaginación, de experiencias reales.....en fin, su objetivo es que aprendamos a valorar en compartir en familia.
Les presento tres historias en torno a la navidad para que los niños las lean, al tiempo que recrean su imaginación y creatividad.
Jugando a crear muñecos de Jengibre
Prepara una masa, para ello toma harina, agua, un poco de aceite (y pintura para alimentos, si le quieres dar color).
Toma un pocillo de harina, abre un hueco en la mitad y agrega el agua poco a poco hasta obtener una consistencia manejable, rociarle un poco aceite para que quede mas suave y agregarle color, luego amasa y estira la masa, arma las figuras y déjalas secar.
Piensa, piensa....Que le pedirías en Navidad al niño Dios. Recuerda que es lo realmente importante y necesario.
Las arañas de Navidad
La
Navidad había llegado a Alemania y cómo no, también a un pueblecito escondido
entre las nevadas montañas. Como cada año, todos sus habitantes se disponían a
celebrar las fiestas en familia. Eran días especiales y las casas tenían que
estar relucientes, así que se preocupaban por limpiar sus hogares y alegrarlos
con la preciosa decoración navideña.
Sucedió
que en una de esas casas habitaba un grupo de arañas de patas largas y cuerpo
delgado, de esas feúchas pero totalmente inofensivas. Siempre permanecían
escondidas en una esquina del comedor, ocultas tras un aparador de madera con
tiradores de bronce. Llevaban allí varias semanas y el sitio escogido parecía
seguro. Habían tejido sus resistentes telarañas y hasta el momento habían
permanecido intactas.
No
contaban con que la dueña, dispuesta a que su casa fuera la más limpia de
todas, aparecería con la escoba de un momento a otro. Desgraciadamente, eso fue
lo que sucedió. La mujer corrió las mesas y las sillas, las estanterías y los
muebles, para barrer hasta la última mota de polvo. Las arañas, por suerte, se
dieron cuenta a tiempo de que se acercaba a su esquinita y salieron
despavoridas antes de ser arrasadas por el implacable cepillo de la escoba. Se
ocultaron en una viga del techo y vieron cómo la señora hacía desaparecer
las telarañas que tanto trabajo les había costado fabricar.
Llegó el día 24 de diciembre y desde su escondite, vieron a la familia
reunida en el salón para montar un precioso árbol de Navidad, lleno de lazos y
muñequitos de madera. Cuando terminaron, padres e hijos disfrutaron de una
opípara cena y cantaron villancicos hasta bien entrada la noche. Sobre las dos
de la mañana, todos se fueron a dormir.
Las
arañitas estaban deseando ver ese precioso árbol más de cerca, así que
cuando en toda la casa reinó el silencio, bajaron por la pared y treparon
ágilmente por las ramas del abeto. Disfrutaron muchísimo recorriendo el
arbolito navideño, deslizándose por sus adornos y sintiendo las cosquillas de
las piñas en sus tripas. Iban de aquí para allá soltando hilos de seda y al
final, tanto se movieron, que el árbol quedó cubierto por una enorme telaraña.
Ni
se enteraron de que por la chimenea apareció Santa Claus, que venía a dejar los
regalos a los niños. Al acercarse al árbol, vio que estaba lleno de arañitas y
que no se veían los adornos porque estaban cubiertos por una grande y tupida
tela de araña gris. Sintió ternura por esos bichitos que tan bien se lo estaban
pasando ¡Al fin y al cabo, para ellas también era Navidad!
Sonriendo
les preguntó si querían quedarse para siempre viviendo en ese árbol. Las
arañitas contestaron que sí, entusiasmadas. Santa Claus tocó el árbol y se hizo
la magia: las arañitas se convirtieron en preciosos adornos dorados y las
telarañas, en brillantes guirnaldas e hilos de plata que embellecieron y dieron
luz al árbol de Navidad.
Desde
entonces muchos alemanes decoran con largas cintas sus árboles y no se olvidan
de comprar un adorno con forma de arañita, en recuerdo a esta hermosa leyenda.
Coimo te imaginas estas divertidas arañas y telarañas.....Crea un hermoso dibujo.
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